Según algunos estudios, entre el 80 y el 85% de las otitis externas se producen con más frecuencia durante el verano, a causa de los baños en piscina y playas, debido a una exposición prolongada a la humedad. Esta humedad continua causa que el pH del oído cambie y favorezca así la reproducción de bacterias u hongos que provocan la llamada otitis del nadador o del bañista y aumenta cuando las aguas son poco higiénicas, además, la combinación de agua y calor favorece su propagación. Esta infección afecta a la porción del oído situada entre la oreja y el tímpano, el conducto auditivo externo. Los niños son los más vulnerables a este tipo de otitis porque, además de pasar muchas horas en el agua, sus trompas de Eustaquio son más cortas y los agentes infecciosos alcanzan con mayor facilidad el oído medio.
Síntomas de la otitis
El síntoma principal de la otitis es el dolor de oído, que puede venir acompañado de secreción o supuración. También puede causar picor, taponamiento auditivo y pérdida de audición transitoria.
Tratamiento
Debes acudir al médico tan pronto como detectes los primeros síntomas. La recomendación básica es no mojar el oído y tomar algún analgésico como paracetamol o ibuprofeno para aliviar el dolor. No debes administrar antibióticos sin prescripción médica.
¿Cómo prevenir la otitis?
Hay algunas medidas que podemos llevar a cabo para evitar el riesgo de una infección en el oído:
- Evita que entre agua en el conducto auditivo, intentando no sumergirte demasiado o, usando tapones homologados, retíralos al salir del agua y sécalos bien. ¡Precaución con los tapones, puede ser contraproducente!
- Al salir del agua procura sacar el agua de tus oídos, inclina la cabeza hacia ambos lados y sécalos suavemente con el pico de una toalla o gasa.
- Evita meterte en aguas estancadas o de dudosa higiene. El conducto del oído está perfectamente preparado para soportar agua limpia.
- Entra al agua lentamente para evitar que entre de forma brusca a los oídos
- No uses bastoncitos para los oídos u otros objetos como horquillas, palillos u otros para limpiar o rascar el oído.
Reducir el tiempo de inmersión, sobre todo en niños.
Recomendación:
· Puedes utilizar Ear Pro Spray, con una formulación que recubre el canal auditivo con una capa altamente repelente al agua y propiedades que ayudan a prevenir al oído de infecciones con ingredientes naturales de aceite de parafina (99,9%) y aceite esencial de orégano.